Los «órdenes del amor» según Bert Hellinger representan principios profundos que abordan las complejas dinámicas familiares y las relaciones humanas desde una perspectiva sistémica y amplia. A continuación, se profundiza en cada uno de estos órdenes para su inclusión en un blog:
Derecho a pertenecer y ser reconocido: Este principio esencial dentro de los órdenes del amor resalta la importancia de que todos los miembros de una familia sean reconocidos y aceptados dentro del sistema familiar, independientemente de su pasado o acciones. Incluso aquellos que han sido excluidos merecen ser incluidos y honrados como parte integral de la familia.
Prioridad del que llegó primero: Este orden enfatiza el reconocimiento y respeto hacia las parejas anteriores de nuestros seres queridos. Es crucial comprender y honrar la historia y las relaciones pasadas de nuestros padres, abuelos o parejas actuales para establecer relaciones sólidas y comprensivas dentro de la familia.
Respeto hacia los padres: El tercer orden del amor destaca la importancia de honrar y respetar a nuestros padres, reconociendo su papel fundamental en nuestra vida. Esto implica valorar su autoridad y sabiduría, tratándolos con respeto y gratitud, sin necesariamente seguir ciegamente sus deseos o demandas.
Equilibrio entre dar y recibir: En las relaciones humanas, especialmente en las familiares, es vital mantener un equilibrio entre dar y recibir. Aunque este equilibrio se manifiesta de manera diferente en las relaciones parentales debido al regalo invaluable de la vida que nos brindaron nuestros padres, reconocer este regalo implica aceptarlo con gratitud y transmitirlo a través de nuestras acciones y relaciones.
Aceptación y agradecimiento:Por último, el quinto orden del amor nos anima a aceptar y agradecer todo lo que la vida nos ofrece, sin imponer expectativas ni demandas. Cultivar una actitud de aceptación y gratitud nos permite vivir en armonía con nuestras experiencias y relaciones, generando un sentido de plenitud y conexión con el mundo que nos rodea.
En el método de los órdenes del amor, es esencial destacar que este enfoque no se basa en soluciones mágicas, sino en un proceso consciente de responsabilidad y autoconciencia. En lugar de esperar resultados instantáneos o milagrosos, se trata de tomar conciencia de nuestros patrones y dinámicas familiares, y tomar acciones concretas para generar cambios positivos en nuestras vidas.
En un taller, por ejemplo, podemos identificar el punto ciego que nos impide ver ciertas dinámicas o conflictos en nuestras relaciones. Sin embargo, la verdadera transformación ocurre cuando llevamos esta toma de conciencia a nuestra vida cotidiana. Esto implica aplicar los principios de los órdenes del amor en nuestras interacciones diarias, adoptando una postura de observador del estado de nuestras relaciones y actuando como adultos responsables.
El trabajo en los órdenes del amor nos brinda las herramientas para reconocer y comprender los patrones que afectan nuestras relaciones, pero es nuestra responsabilidad como individuos llevar ese conocimiento a la práctica y cultivar relaciones más saludables y armoniosas en nuestro entorno familiar y social