Asentir en el chamanismo y en las constelaciones familiares significa aceptar y reconocer los sucesos o eventos tal como fueron, sin resistencia ni juicio. Es nombrar los hechos y circunstancias de manera fiel, sin cambiarlos o negarlos.
Se trata, de aceptar la «verdad» de lo que sucedió, tanto a nivel externo como interno, y trabajar desde ese entendimiento para encontrar serenidad y sanación. En mi experiencia, se abre un proceso reparador al reconocer el impacto emocional que un evento tuvo en mi vida.
Como respuesta al trauma puedo encontrar diversos mecanismos de protección, desde generar síntomas, limitaciones emocionales o exacerbarlas, o problemáticas en la forma de relacionarme. Comprender que estos sucesos de mi pasado siguen informando mi cuerpo y mi comportamiento presente, me permiten evaluar si me limitan o amplían en la forma que quiero vivir.
Es importante reconocer que los traumas afectan no solo nuestra mente, sino también nuestro cuerpo físico, energético y almico. A través de la práctica de la aceptación y la comprensión de lo que ocurrió, puedo comenzar a comprender por qué me comporto de ciertas maneras. Reconocer que esto ocurrió, que esto es lo que me pasó, me permite abordar los efectos que tiene en mi vida y en mis relaciones. Es un camino hacia la sanación y el autodescubrimiento.